Hoy os presentamos una técnica para, a partir de un mal comportamiento, fomentar otros deseables y valorados por vosotros. ¿Y eso es posible? Es posible y hemos escogido a “Mi mamá es psicóloga infantil”, un blog de Psicología cuyos contenidos seguimos con mucho interés, para que nos explique cómo hacerlo.
Entre las recomendaciones del artículo original nos gustaría destacar las siguientes:
- Hay que avisar al niño con antelación de las consecuencias que ese comportamiento en concreto le va a suponer: “Si te haces pipi en el pantalón tendrás que cambiarte y llevar tu ropa sucia a la lavadora”
- Las consecuencias deben darse de forma inmediata al mismo para que sean efectivas.
- Si se niega a reparar el daño, podemos guiarlo físicamente para que lo haga o bien retirar nuestra atención hasta que haya finalizado la tarea.
- La supervisión es clave en esta técnica. No debemos dar la orden para corregirlo y desentendernos, si no que lo acompañaremos o al menos nos vamos a asegurar de que ha llevado a cabo el comportamiento positivo.
- Elogiarle y valorarlo durante y después es esencial. Nuestro objetivo sigue siendo el mismo: que aprendan de su buen comportamiento y de sus éxitos, ya se trate de dormir solos, superar sus miedos o de ser más sociables 😉
[…] un puñetazo, romper juguetes, empujar,…) establecemos una consecuencia inmediata, donde puede incluirse la sobrecorrección a todos los implicados: el que rompa un juguete al hermano debe darle uno suyo, llevará a cabo […]