Una innovación importante de los enfoques comportamentales para la enseñanza es el Sistema de Instrucción Personalizada (PSI, Personalized System of Instruction). El PSI fue desarrollado por Fred S. Keller y sus colegas de los Estados Unidos y Brasil durante los años sesenta, como un enfoque de la modificación de conducta orientado a la enseñanza universitaria (Keller, 1968). Desde entonces se ha aplicado a una variedad de materias y niveles de instrucción (Keller y Sherman, 1982). Dicho enfoque tiene una serie de características especiales que permiten a profesoras y formadores el uso eficaz de principios de modificación de conducta para mejorar la enseñanza en las aulas. En concreto, el PSI (también conocido como Plan Keller):
Identifica los componentes deseados o los requisitos de aprendizaje de un curso, a través de preguntas de estudio, como las preguntas que se encuentran al final de cada capítulo en un libro de contenidos.
Pide a los alumnos que estudien sólo una pequeña parte de la materia antes de evaluar el dominio de la misma.
Realiza evaluaciones con frecuencia (al menos cada una o dos semanas), para que muestren su conocimiento respondiendo a las cuestiones estudiadas.
Cuenta con criterios de dominio de la materia, de modo que deben alcanzar un determinado nivel antes de pasar al siguiente.
No es punitivo, o lo que es lo mismo, no se penaliza por no alcanzar un dominio suficiente sobre la materia de la prueba, sino que, si se da el caso, simplemente se vuelve a estudiar y se intenta de nuevo.
Utiliza varios ayudantes (o “supervisores”) para puntuar inmediatamente las pruebas y proporcionar a los estudiantes retroalimentación sobre su rendimiento.
Incorpora la máxima de “ve a tu propio paso”, según la cual los estudiantes tienen permiso para avanzar con la materia del curso adaptándose a los que sus habilidades y tiempo exigen.
Utiliza las clases fundamentalmente para motivar y explicar, y no sólo como medio para presentar nueva información.
La asistencia informática del PSI ha sido muy bien valorada por estudiantes universitarios (Kinsner y Pear, 1988; Pear y Kinsner, 1988; Pear y Novak, 1966). Alberto y Troutman (1990) y Becker (1986) han publicado unas descripciones excelentes de “cómo se hace” de las técnicas de modificación para profesores. En Evans y Matthews (1992), Witt, Ellior y Gresham (1988), y Wielkiewicz (1986) pueden encontrarse reseñas de investigación sobre modificación de conducta y educación. Los trabajos de Keller y Sherman (1982), y Sherman, Ruskin y Semb (1982), contienen descripciones del PSI y su sustento en investigación. En el Vol. 17 (1994) del Journal of Applied Behavior Analysis se publicó una sección especial sobre el análisis comportamental en psicología escolar.
Fuente: “Modificación de conducta: Qué es y cómo aplicarla” Martin y Pear (Prentice Hall, 2006)
Deja una respuesta