
Objetos que podemos llevar con nosotros, como gomas o canicas, permiten reforzar la conducta social en el momento en el que se da. Imagen © Vladoleg
¿Por qué es importante que se den comportamientos sociales desde edades tempranas (3-4años)?
Los seres humanos vivimos en comunidad y necesitamos de otras personas para conocer el mundo y desenvolvernos en él:
- Los demás nos dicen cómo se llaman las cosas, para que sirven, cómo y en qué situaciones se utilizan.
- Por medio de los demás también aprendo a recibir ayuda, agradecer un favor, hacer amigos y mantenerlos…
- En la infancia se aprenden habilidades sociales útiles en la vida adulta: dar y recibir afecto, compartir aficiones e intereses, mostrar interés por los demás y prestar ayuda.
- Una red de apoyo sólida (se refiere al número de personas con las que cuento para compartir aficiones, preocupaciones y experiencias en general) previene el aislamiento social y hace menos probables estados de ánimo relacionados con la ansiedad y la depresión.
Ejemplos de comportamiento sociable:
- Decir “Hola”, “¿Cómo estás?”, “¡Qué alegría verte!”, cuando encontramos a alguien que conocemos.
- Preguntar “¿Qué tal estás?” y contar de forma resumida cómo nos encontramos nosotros.
- Preguntar si puedo jugar o proponer un juego a los niños/as que encuentro en el parque.
- Decir “Adiós”, “Hasta luego”, “Hasta otro día”, “Me alegro de haberte visto”, “Cuídate”, cuando nos despedimos de alguien que conocemos.
- Dar las gracias cuando alguien nos hace un favor o nos cede algo.
¿Cómo lo vamos a hacer? Dado que la mayoría de oportunidades de premiar un comportamiento social e nuestros hijos/as se dan “en movimiento” y muchas de ellas fuera de casa (Ej., entrando o saliendo de un establecimiento, cuando nos encontramos a alguien andando por la calle o vamos de visita) os proponemos establecer un programa de puntos adaptado (parecido al que puedes utilizar para clase, limitar el uso de maquinitas, que terminen el plato, o estén puntuales para salir de casa), de forma que cada vez que vuestro hijo/a o alumno/a salude, agradezca, se preocupe por cómo está otra persona,… ganará una goma del pelo. Esta goma va directamente a un “banco de puntos”, su muñeca, y será intercambiada al final del día por actividades que le guste hacer o algún premio material. Para ello necesitáis elaborar con ellos la lista de posibles premios y asignar los puntos que tendrá que “pagar” para disfrutar de cada uno de ellos (al final os damos algunos ejemplos). Llegado el momento, se descuentan las gomas que cuesta la actividad o premio y el niño/a los disfruta.
Pasos a seguir:
- Explícale que a partir de ahora va a ganar puntos por saludar a los demás cuando llegue a un sitio, por despedirse cuando se marcha, pedir las cosas por favor y agradecerlas, entre otros (podéis premiarle también si sonríe a los demás o se muestra amistoso en general).
- Explícale también que al final del día y de la semana (pueden acumularse gomas para conseguir privilegios de mayor valor durante el fin de semana) los puntos conseguidos van a cambiarse por actividades y pequeños premios que sólo podrá conseguir a cambio de esas gomas.
- Al final del día, cuenta con el niño/a las gomas que ha conseguido y permite que escoja una recompensa de la lista. Para disfrutarla, indícale que debes retirar el número de gomas que “cuesta”. Es importante que el número de gomas sea gestionado por un adulto, quien lleva las “cuentas” de lo que se consigue y lo que se entrega.
Aquí os proponemos ejemplos de privilegios y un valor estimado para cada uno:
- Diarios. Elegir postre o cena (5 puntos), ayudar a preparar la comida (3 puntos), leer su cuento favorito (3 puntos), ir 10 minutos más tarde a dormir (4 puntos), salir al parque (6 puntos), cocinar juntos ((3 puntos),…
- Fines de semana. Invitar a un amigo a casa (8 puntos), ir al cine o alquilar una peli (7 puntos), ir de excursión (9 puntos), comprar algo material (9 puntos), preparar una cena especial (7 puntos),…
Y no olvidéis que cualquier pauta nueva va a provocar en ellos un cambio de comportamiento en algún sentido. Aunque se produzcan comportamientos no deseados o resistencia al cambio, os recomendamos que seáis fieles a vuestras decisiones durante al menos diez días, en este caso proporcionando las recompensas sólo cuando tenga los puntos que vale cada una. Sólo así podéis comprobar qué funciona 😉
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