En estos momentos pasamos mucho más tiempo en casa, pero esto no implica que nuestros hijos/as colaboren más 🙁 ¿Cómo podemos conseguirlo?
Paso 1. Elige cuidadosamente qué tareas puede hacer. Debemos tener en cuenta la edad y habilidades que presenta el niño/a, por ejemplo si trae y lleva objetos de una habitación a otra de forma segura, si agarra con facilidad tanto objetos grandes como pequeños, si aún se los lleva a la boca o por el contrario los utiliza adecuadamente, o si sabe diferenciar aquellos objetos que pueden ocasionar daño (objetos muy fríos o muy calientes, que raspan, cortan o desprenden sustancias químicas,…).
A partir de los 4 años, si da a cada objeto su uso, muestra un agarre seguro y los lleva de un sitio a otro con seguridad, es momento de pedir determinadas tareas de más a menos sencillas según su edad y habilidades, nuevamente. Estos son algunos ejemplos de tareas que podemos pedir en casa:
- dar mi plato y cubiertos a mamá/papá sin levantarme de la silla
- doblar servilletas y colocar en la mesa a cierta distancia
- colocar servilletas, platos y cubiertos en la mesa
- recoger hojas caídas de nuestras plantas, ponerlas al sol/sombra
- regar algunas plantas con la cantidad de agua que papá/mamá preparan
- llevar mis zapatos a su sitio cada día
- llevar mi ropa sucia al cesto o lavadora cada día
Paso 2. Pide una o dos tareas al día. Se trata de empezar pidiendo una cantidad de tareas tan pequeña que el niño/a no pueda decir que no 😉 Para empezar, podemos establecer la primera semana solo una o dos tareas, y cambiar o ampliar el número cuando se cumpla estas durante al menos 10 días.
Si el niño/a muestra mal comportamiento (gritos, amenazas, portazos, pegar,…) ante nuestras peticiones, debemos esperar a que este disminuya sin repetir la orden, ni mirarle o tocarle, y una vez que se muestre tranquilo/a le indicamos que debe llevar a cabo su tarea si quiere seguir hablando o haciendo actividades con nosotros/as.
Paso 3. Ayudas para los primeros días. Cuantas menos tareas realice el niño/a en la actualidad y menos sean sus habilidades y edad, más ayudas necesitaremos dar al principio. Estos son algunos ejemplos:
- ponemos un folio en su habitación, cocina o comedor con dibujos de la tarea o tareas que debe realizar
- utilizamos un programa de puntos que premia al niño/a por realizar cada tarea, junto con otras rutinas que estemos trabajando
- utilizamos el elogio para reconocer su esfuerzo y calidad en las tareas donde colabora, al principio en todas las ocasiones ¡y después unas veces sí y otras no!
- estamos presentes mientras inicia la tarea y damos una ayuda física como puede ser coger sus manos o dirigirle hacia donde están sus zapatos, juguetes, cubiertos,… La ayuda física no se recomienda con niños/as a partir de los 7 años que presenten mal comportamiento
- estamos presentes mientras inicia la tarea
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