Si las explicaciones no nos han funcionado en el pasado, es poco probable que nos funcionen en el futuro, llegado el punto en que nuestros hijos ignoran nuestras peticiones o incluso las imitan 🙁 Además estas explicaciones, que los pequeños buscan por diferentes razones (entre otras, mientras discuto con papá no estoy haciendo lo que me pide), implican gastar una gran cantidad de energía a diario, energía que podríamos emplear en actividades mucho más satisfactorias: conversaciones que sí nos gustan, juegos en familia, actividades dentro y fuera de casa,…
La clave para que el comportamiento de los más pequeños mejore está en dar órdenes muy concretas y retirar la atención mientras no se cumplen, y por el contrario ofrecer nuestra ayuda, atención, reconocimiento y recompensas cuando el niño hace o empieza a hacer lo que le hemos pedido. No obstante, romper con el hábito de dar explicaciones es una tarea muy difícil. Como veis en este video, el apoyo en la distancia de Rocío Ramos-Paul fue vital para salir de la situación y no responder al mal comportamiento de Miguel, al contrario que en ocasiones anteriores cuando lo perseguían por toda la casa recordándole lo que tenía que hacer.
Vídeo: cuatro.com
[…] Sea constante. “Aquello muy importante, basta con que lo argumente una vez, no busque más razonamientos porque su hijo no los necesita. Simplemente busca ganar tiempo para no hacer lo que debe… Negocie […]