“No se trata de decir “no” sólo cuando las circunstancias te impiden darle lo que piden“
Estos días ha salido a la luz el aumento de los casos de violencia de los hijos hacia sus padres en Andalucía. La alerta que provocan este tipo de noticias a menudo generan miedo e inseguridad entre padres, madres y educadores. Sin embargo, estas situaciones tienen un origen, el aprendizaje del niño dentro y fuera de casa, y puede prevenirse y tratarse de forma eficaz.
Estos son los TRES PILARES que te permitirán manejarlas con éxito:
1. RECONOCE AQUELLO QUE HACEN BIEN
El primer paso para prevenir y manejar situaciones donde los hijos maltratan a sus padres es reconocer aquello que hacen bien, es decir, cualquier gesto de colaboración, respeto o seguimiento de normas que los chicos y chicas presentan.
Esto debe hacerse DESDE LO ANTES POSIBLE (tu momento es “Ya”), TODO EL TIEMPO QUE LOS PRESENTEN, en forma de recompensas (actividades, privilegios) y elogios que sean bien recibidos por ellos. Esta es la forma de prevenir situaciones tan estresantes como las que vemos en programas de televisión del tipo “Hermano Mayor”.
2. APRENDE A DECIR NO
No se trata de decir “no” sólo cuando las circunstancias te impiden darle lo que piden, por falta de medios.
Se trata de decir “no” a las peticiones cuando son exgeradas, esto es, se acompañan de llanto y/o amenazas: “¿Cómo que no? Ya me lo estás dando”, “¿Qué te has creído? Me lo das y punto”, “Como no me lo des te vas a enterar”.
Se trata de decir “no” a las peticiones cuando no están justificadas bien porque no se han ganado determinadas recompensas o privilegios, porque no es el momento de recibirlas, o porque ya han disfrutado suficientes según tu criterio.
EN TODOS ESTOS CASOS, lo más importante es que el adolescente no consiga lo que ha pedido, a menos que, si lo merece, lo pida de forma adecuada o se lo gane con esfuerzo.
Vivir situaciones donde papá o mamá nos niegan algo es parte de un aprendizaje equilibrado, donde no se tiene acceso a “TODO”, “EN EL MOMENTO”, “PORQUE SÍ”.
3. ESTABLECE CONSECUENCIAS AJUSTADAS
Son consecuencias ajustadas aquellas que castigan el mal comportamiento (agresiones, falta de respeto, maltrato a objetos,…) que has decidido no ignorar, teniendo en cuenta lo siguiente:
ES JUSTO
“Si por insultar retiras todos los videojuegos y las salidas durante un mes, ¿qué consecuencias vas a poner si agrede?”
Debes ajustar las consecuencias que estableces a su comportamiento. Por ello se recomienda empezar ignorando de forma sistemática los insultos y observar si acaban disminuyendo, para reservar la retirada de privilegios en el caso de comportamientos más graves.
RECUERDA que ignorar de forma sistemática NO consiste en pasar de los insultos unas veces sí y otras no (“Llega un momento que no aguanto más”), ni pasar de ellos dependiendo de su gravedad (“Es que si me dice “puta” no voy a consentirlo”), si no en ignorar cualquier tipo de insulto en las mismas situaciones. Sólo así podrás obtener resultados.
ESTÁ AVISADO
Las consecuencias deben estar avisadas a tus hijos/as para el 95% por ciento de los comportamientos. El 5% por ciento restante puede dejarse a comportamientos graves que no pueden ignorarse y se dan por primera vez, o si no has tenido tiempo de avisar las consecuencias.
SE CUMPLE EN TODAS LAS OCASIONES SIN EXCEPCIÓN
Al igual que cuando utilizamos la ignorancia sistemática para determinados comportamientos, si retiramos un privilegio (“Hoy te has quedado sin piscina”, “Esta tarde no podrás elegir viodeojuego”, “Este fin de semana no saldrás con tus amigos”) porque nuestro hijo/a ha presentado un comportamiento grave concreto, cada vez que se presente ese comportamiento o uno parecido debe establecerse una consecuencia parecida.
Hola, me gustaría saber cómo actuar con mis hijos.
Tengo uno de 5 años que cuando algo no le resulta o se equivoca en algo de repente se dice tonto y se pega con la mano en la cabeza de manera suave. Mi hijo menor de 3 años también lo hace cuando está jugando a algo y no le resulta. ¿Qué debo hacer? Gracias por su atención
Hola Pamela,
gracias por tu comentario. En primer lugar necesitaría saber qué estáis haciendo ahora los adultos que estáis presentes en esas situaciones, qué decís y qué hacéis cuando ellos se dicen “tonto” y se golpean. ¿Les llamáis la atención, no les hacéis caso, amenazáis con un castigo,…?
A menudo los adultos reaccionamos de más de una forma. Si quieres presta atención esta semana a vuestras reacciones y escríbeme todas ellas.
Un saludo,
Beatriz