“Hola, tengo un niño de 5 años que no consiente en quedarse solo en una habitación. No puedo hacer nada en casa porque está constantemente llamándome y preguntándome dónde estoy, o viene a donde estoy. ¿Qué puedo hacer? Gracias”
Situaciones como esta pueden darse de forma ocasional en todos los niños y niñas. Sin embargo, cuando su frecuencia es muy alta (nos llaman cada 5 o 10 minutos, preguntan dónde estamos o dónde vamos a estar, qué actividad vamos a hacer…) producen malestar en los adultos, llegando al enfado o la riña, y una menor autonomía en los más pequeños a la hora de hacer cosas solos o por sí mismos.
La clave para disminuir o eliminar estas llamadas y preguntas, como ocurre en muchos casos, está en valorar y premiar los comportamientos justo contrarios. Para ello podemos utilizar las siguientes pautas:
- Pille a su hijo. Se trata de reconocer al niño/a mediante elogios por esperar en una habitación, mientras que hace alguna actividad y nosotras no estamos presentes. Para ello debemos ADELANTARNOS a su pregunta, esto es, ir antes de que nos pregunte. Se recomienda llevarlo a cabo entre 3 y 4 veces cada mañana/tarde, durante al menos 3 semanas.
- Programa de puntos por permanecer solo en una habitación. Una de las técnicas que mejores resultados da, en este y otros comportamientos, es utilizar un programa donde el niño/a reciba un punto (macarrón, ficha de color,…) por mantenerse en una habitación y no preguntar dónde estamos ni venir a donde estamos. Las fichas que consiga pueda canjearlas por las recompensas que más le gusten. Se recomienda iniciarlo una semana después de estar llevando a cabo Pille a su hijo. Un ejemplo de programa sería:
Tarea 1. No voy a donde mamá/papá está
Tarea 2. No pregunto a mamá/papá dónde está
Tarea 3. Me lavo las manos antes de comer (o rutina que ya cumpla a veces)
Recompensas: Ver dibujos 1 punto, Jugar con papá/mamá 2 puntos, ir a un parque “especial” 3 puntos, Salir con la bici o los patines 3 puntos, Que venga un amigo/a a casa 6 puntos, Salir a comer fuera 7 puntos,…
3. Ignorancia sistemática. Pasadas dos o tres semanas desde el inicio de las pautas anteriores, es importante que las llamadas y preguntas que aún se den no reciban respuesta. Para ello no debemos HACER NI DECIR NADA ante las mismas, en ninguna ocasión salvo que haya peligro para él/ella u otra persona si no contestamos o acudimos. Cuando comencemos a utilizar esta técnica es muy probable que las llamadas aumenten o se acompañen de mayor intensidad o comportamientos inadecuados, por lo que debemos persistir sin hacer ni decir nada hasta que deje de preguntar, momento en que nos acercaremos a elogiarles 🙂
Deja una respuesta