
A partir de cierta edad, utilizar la metáfora de la polinización no es suficiente 😉
Imagen por jperlham
Entre las razones fundamentales para hablar a nuestros hijos de sexo están: la prevención de embarazos no deseados, la prevención de enfermedades de transmisión sexual, el mejor conocimiento de su cuerpo, y el respeto hacia el propio cuerpo y el de los demás.
En este enlace Educagénero nos presenta un conjunto de materiales educativos, entre ellos el manual ¿Y tú que sabes de “eso”?. Manual de Educación Sexual para jóvenes que se compone de siete módulos, cada uno con un apartado teórico y objetivos de trabajo para tratar el tema con adolescentes, tanto en el aula como en casa.
Dos recomendaciones:
- No esperes a que descubran solos la información importante: el sentido común también escasea en el terreno de las prácticas sexuales :p
- No esperes a que cumplan 12 ó 13 años: pueden comprender todo lo necesario unos años antes ¡y su curiosidad puede llevarle mucha ventaja a tu prudencia!
Dado que el tema es muy amplio y requiere preparar respuestas a múltiples preguntas, os recomendamos organizar vuestras propias charlas en casa, de forma que no se dé toda la información de una vez, sino que tratéis cada apartado en momentos diferentes.
¿Crees que estos temas pueden hablarlo con los adolescentes otros familiares que no sean directamente sus padres??? A menudo me encuentro con padres que no son capaces de hablarlo con sus hijos e hijas.
Cuando hablamos de estos temas es bastante difícil no transmitir valores sobre cuánto esperar para tener relaciones sexuales, qué método de prevención utilizar, cómo poner límites si no quiero llevar a cabo una práctica, etc. Lo ideal sería que los adolescentes tuviesen una fuente de información externa, como puede ser la Asesoría de salud para jóvenes de la Casa de la Juventud, y una o más personas de la familia siempre que tengan los conocimientos necesarios. ¡Un abrazo!