¿Debe llevar Sandra su osito a la escuela? ¿Es hora de que Marcos se desprenda de su queridísima pelota de lana? Era muy tierno cuando era pequeño, pero desde hace un tiempo sus padres consideran embarazoso y fastidioso que vaya con ella a todos lados.
Algunos niños se sienten muy unidos a un objeto mientras que otros varían sus lealtades con frecuencia. Muchos se chupan el pulgar, acarician los tejidos o ponen en práctica otos hábitos mientras arropan su objeto adorado. Resulta irónico que la razón por la que los padres fomentan una estrecha relación con él sea para desarrollar la independencia del niño. Generalmente se lo proporcionan para que se sienta seguro, por ejemplo a la hora de ir a dormir, y al final puede ser motivo de inseguridad para él y para vosotros, de forma que si se extravía el peluche o la mantita, se paraliza el mundo hasta que el niño y su sombra se reúnen. Una familia llegó a comprar el stock de un animal de juguete al que el niño estaba apegado para sustituirlo rápidamente cuando se ensuciaba, ante el temor de que el niño no se durmiese sin él. Sin darse cuenta, estaban fomentando la inseguridad del niño: “Sin mi rana no puedo dormir/salir a la calle/…”
Dependiendo de la fase en la que os encontréis, la forma de conseguir que vuestro hijo/a se sienta seguro independientemente de la presencia de un objeto será una de las siguientes:
A) No fomentar el inicio. Puedes prevenir que este hábito se establezca:
- Deja que lleve varios juguetes y que los asocie a divertirse, de forma que cuando vaya a la cama o a una salida lleve más de uno.
- Establece reglas. El muñeco favorito debe quedarse en la cama o cuna, no puede salir con vosotros de paseo ni acompañaros el resto del día. Esto sirve para todos: “La manta debe quedarse en la cama, puedes jugar con ella allí si quieres”.
- Pon límites. El objeto siempre debe ser adecuado al lugar donde vais. Un criterio razonable puede ser “que quepa en el bolsillo”. Habrá que limitar el número, tamaño o ruido que el mismo pueda ocasionar. Antes de ir a cualquier sitio hay que avisarle de que se quedará en el coche o que el responsable de cuidarlo es él durante todo el tiempo.
B) Detener el hábito. Hay varias formas de reducir la dependencia:
- Limita los sitios y las horas en las que está ese objeto está presente
- Divídelo, si es posible, y lleva cada vez una parte más pequeña del mismo
- Elige un día “D” para, simplemente, dejar de usarlo. Llegada una edad, podéis aprovechar un evento (inicio del verano, vuelta al cole, cumpleaños…) para que dé un paso hacia la independencia del objeto: “Daniel, a partir de ahora el mono se quedará en casa, no puede venir de vacaciones/ no se le permite entrar en la escuela. Sólo podrás jugar con él en casa”. Podéis plantearlo como un gran acontecimiento y contarle a toda la familia cómo ha demostrado ser un niño mayor dejando de llevarlo a todas partes.
- Elogia su independencia en cada oportunidad que se presente: cuando lo deje en casa “como una niña mayor”, aprovechando para ayudar con la compra ahora que tiene las manos libres o ¡recibiendo un pequeño regalo por ser tan autónoma! 🙂
Fuente: “Portarse bien” S. Garber (Ed. Medici, 2007)
Hola, tengo mi nena que siempre se apegó a peluches desde que nació. Hoy tiene 8 años y no se separa de un gorrito que le sacó a su último oso de apego. Lo lleva a todos lados menos la escuela o salidas. Ella lo refriega por su nariz o por su boca en todo momento. También cuando se está por dormir o está cansada hace con su boca movimiento de succión como si estuviese usando el chupete. ¿Qué puedo hacer para que no se angustie si le quito ese gorrito? Gracias
Hola Ayelen,
muchas gracias por tu consulta.
El proceso para retirar un objeto de apego con el menor malestar posible incluye varios detalles:
– disminución progresiva del tiempo que pasa con él
– disminución progresiva de las actividades o rutinas que lleva a cabo con él
– sustitución por el uso de objetos adecuados
Estos pasos tienen que estar acompañados de motivación y compromiso por parte de las personas implicadas. Por ello te recomendamos contar con un especialista en comportamiento que planifique y supervise los pasos a dar.
Un saludo,
Beatriz
Hola, por qué yo con 15 años sigo con mi almohadita y el dedo? Realmente no puedo desprenderme de ellos. Siempre quise una explicación lógica ya que tengo esto desde que soy chiquita, pero siempre que busco en internet me aparece solo de niños. Gracias
Hola Lara,
muchas gracias por tu comentario.
La explicación del uso de objetos a los que llamamos “de apego” está, precisamente, en el uso que se les da:
– se utilizan de forma continua
– los asociamos a una mayor seguridad
– los asociamos a una mayor tranquilidad
– los utilizamos para llevar a cabo rutinas básicas como dormir
Ello hace que se cree y mantenga una gran dependencia hacia ellos.
Si te has decidido a dejar de utilizarlos, te animamos a contar con un especialista en comportamiento que elija contigo pequeños pasos a dar y supervise la evolución. (También puedes encontrar información útil sobre el proceso en los demás comentarios).
Un saludo,
Beatriz
Hola, yo acabo de cumplir 16 años, y tengo una manta. Me hace sentir muy bien tocarla por lo bordes, pasarla por mi cara, olerla, sentirla.
No creo que fuese algo que tenga que verse con un profesional, espero que no.
Solo lo hago cuando estoy en descanso como en las noches, recostada, viendo alguna peli, o leyendo, o a veces cuando hago tareas y trato de sentirme bien y eso, pero es algo tan malo seguir teniéndola? Es decir, creo que sí puedo dormir sin ella, no como cuando era más chica y me desesperaba mucho no tenerla, pero es muy aliviante para mi tenerla en ciertos momentos, está mal eso?, o me permitieron esto mucho tiempo?, debería parar?
Leer los comentarios y lo que responde me ha angustiado demasiado, porque creo que estoy en problemas, pero necesito que me ayude. Lo que pasa con estos objetos de apego es algo muy grave?, en que puede afectar? O que ya pudo haberme afectado?, que debo hacer?
Hola Jimena,
gracias por tu comentario. Paso a comentarte algunas de tus inquietudes al respecto.
Lo primero a tener en cuenta es que la Psicología conductual no categoriza los comportamientos en “malos” o “buenos”, sino en más o menos adecuados o adaptativos para determinadas personas, en determinados contextos o circunstancias.
También es importante tener en cuenta que nuestros posts están dirigidos a aquellos adultos/as que quieren modificar ciertos hábitos en sus hijos/as o menores a cargo, por considerar que les perjudican o pueden perjudicar a largo plazo.
Por tanto, la decisión de si un hábito es perjudicial empieza a corresponder cada vez en mayor proporción a cada uno de nosotros/as a partir de la adolescencia. En ningún caso un/a terapeuta debe decidir por iniciativa suya exclusivamente si un comportamiento tiene que ser modificado.
En cuanto a si debes hacer algo al respecto, te proponemos dos preguntas que puedes hacerte a ti misma, en relación a esta u otras cuestiones personales: ¿hay algo que pueda cambiar en mi día a día que me permitiría vivir mejor? ¿necesito contar con un/a profesional para cambiarlo o puedo hacerlo por mi cuenta?
Esperamos haber sido de ayuda y aprovechamos para enviarte un saludo.
Hola, yo tengo una niña de 2 años y ella desde bebé está apegada a su mantita con forma de oso, y siempre usa una manita del oso como chupete. Al principio como veía que la tranquilizaba no me preocupaba, pero ahora ya con dos años y que siga haciéndolo… No sé si estará bien o se lo tengo que quitar. No sé qué hacer, gracias.
Hola Ángela,
muchas gracias por tu consulta.
Es preferible hablar en términos de si un comportamiento es útil o no, mejor que pensar si está bien o está mal.
Para decidir si es útil, puede contestar a alguna de estas preguntas:
– ¿es algo que necesita hacer/ tener para avanzar en su desarrollo?
– ¿es una habilidad que le permite alcanzar otras habilidades adecuadas?
– ¿le permite ser más autónoma o más dependiente, visto en general?
– los demás niños/as, ¿suelen hacerlo/ tenerlo llegada una edad?
– ¿hay recomendaciones claras de expertos que animan a utilizar ese comportamiento?
En el caso del objeto de apego las respuestas serían “no”. A eso sumamos que en muchos casos el niño/a no se desprende natural o fácilmente de él, llegando a utilizarlo pasada la niñez.
Por todo ello, te animamos a realizar una revisión crítica de cuáles son tus objetivos en el aprendizaje y desarrollo de tu hija, y a contar con ayuda especializada si decides retirar dicho objeto. (También encontrarás más información útil en el resto de comentarios).
Un saludo,
Beatriz
Hola, tengo a mi nena de 4 años y empezó a llevar y estar todos los días con una toallita de mano. Ella le dice mantita. Será normal o a qué se debe? Gracias
Hola Linda,
muchas gracias por tu consulta.
Normales son todos aquellos comportamientos que el ser humano puede llevar a cabo, dadas sus condiciones físicas y experiencia. Diferente es que se trate de comportamientos deseables o adecuados.
En este caso, depender de un objeto en el día a día puede no ser muy deseable puesto que dificulta realizar actividades de forma independiente (comer, dormir, relacionarse, colaborar en casa,…) y da una imagen a los demás no del todo aceptable (“esa niña necesita llevar una mantita, si no llora o se encuentra mal”).
Teniendo en cuenta su desarrollo y aprendizaje, llegará el momento en que quizás quieras reducir o eliminar el uso de ese objeto. Para ello puede ser útil el procedimiento que se recoge en el post, así como en los comentarios. También te recomendamos contar con un/a especialista que planifique y supervise el procedimiento.
Un saludo,
Beatriz
Hola!!! Mi hija de 6 años perdió su peluche en un viaje familiar y ahora llora y llora, como puedo manejar la situación????
Hola Luis Ángel,
muchas gracias por tu comentario.
Perder el objeto de apego puede ser una forma (radical) de afrontar la dependencia que se tiene al mismo.
En estos casos es importante mantener la calma, no dar explicaciones al respecto (estas no mejoran la ansiedad producida por la pérdida) y no sustituir el objeto por otro. Se trata de aprender a vivir de ahora en adelante sin un objeto que condicione nuestra vida.
Dado que el peluche se ha perdido, podemos hacer un breve recordatorio al mismo y preparar una frase que recoja y valide nuestra experiencia pasada con él, como puede ser “el peluche me acompañó durante un tiempo, y ahora ya no está”.
Un saludo,
Beatriz
Hola. Mi hija tiene 12 años y usa su objeto de apego que es una almohada… no la cambia por nada. No está todo el tiempo con ella. Pero la usa bastante, hasta cuando vienen sus amigos. La pega a su cara y la toca con mucha ansiedad moviendo los dedos. Qué puedo hacer? Gracias.
Hola Mar,
muchas gracias por tu comentario.
Por la edad de tu hija (12 años), la forma en que utiliza la almohada (contacto con su cara, dedos,…) y el hecho de que la utilice en público, cuanto más tiempo pase puede convertirse en un problema mayor pues, por lo general, a más edad se espera más independencia y formas socialmente más adecuadas 🙁
En el post encuentras un procedimiento para reducir el uso del objeto de apego. La clave está en pedir pequeños cambios, por ejemplo dejar de utilizarlo en determinados momentos del día o para determinadas actividades. Una vez conseguido esto, puede ampliarse el tiempo sin usarlo a otros momentos y actividades.
El uso del elogio (durante el tiempo que no lo utiliza), un programa de puntos y el entrenamiento en el uso de objetos adecuados en cada momento son claves. Te recomendamos contar con un/a profesional especialista en comportamiento que planifique y supervise el procedimiento.
Un saludo,
Beatriz
Hola, mi hija está apegada a una camiseta y no se la quita en toda la semana, llora cuando se la quito.
El tema es que mamá, quien cuida de mi hija, le permite esto, pero cuando yo estoy con ella sencillamente le digo que no, la guardo y le coloco otra, y no genera problema porque la llevo a dar una vuelta o la distraigo.
¿Qué debería hacer entonces? Mamá dice que es la expresión de algo. ¿Es malo lo que hago con ella?
Gracias
Hola Helen,
muchas gracias por tu consulta.
Es cierto que cuando educamos nos encontramos frente a muchas decisiones que tomar. A menudo también utilizamos el criterio “bueno” o “malo” para hacerlo. Sin embargo, cuando trabajamos por objetivos (aquello que queremos conseguir, lo que tiene valor para nosotras) se recomienda más pensar en términos de utilidad:
– Este comportamiento que mi hijo/a está llevando a cabo, ¿es útil para él/ella? ¿Le ayudará a conseguir sus objetivos en el futuro, a desarrollarse como persona? ¿O le perjudicará o hará más dependiente?
– Este comportamiento que yo estoy llevando a cabo respecto a mi hijo/a ¿es útil para mí? ¿Me ayuda a hacerle una personas más capaz e independiente?
Respondiendo estas preguntas podemos decidir de forma más útil qué conviene más a nuestros hijos/as y a nosotras mismas a largo plazo. Si llegas a la conclusión de que mantener una misma camiseta toda la semana no es útil o deseable, las pautas propuestas en este post suelen dar buenos resultados, sobretodo teniendo en cuenta que solo es necesario que tu madre las lleve a cabo, con toda tu ayuda y comprensión 🙂
Quedo atenta a cualquier duda al respecto.
Un saludo,
Beatriz
Hola tengo una niño de 9 años que tiene una cobija desde bebé. La lleva solo a los lugares en donde no le da pena como en casa de su abuelita, en casa, etc.
Él solo se está desprendiendo poco a poco de ella. Yo no lo cuestiono pero no sé si es sano seguirla permitiendo. Gracias
Hola Yanin,
muchas gracias por tu comentario.
Entiendo por la información que me envías que poco a poco tu hijo utiliza la cobija en menos situaciones y durante menos tiempo. Si es así, vais por buen camino 🙂
Para conseguir que deje de utilizarla por completo, dada su edad, pueden ser útiles las siguientes pautas:
– Explicarle por qué siente malestar cuando no la lleva: que se ha acostumbrado a su presencia y la asocia a cierta tranquilidad. Asimismo puedes indicarle que al principio, cuando no la utilice, sentirá más malestar, pero que este irá disminuyendo conforme no la lleve.
– Proponerle pequeños retos como no llevarla, por ejemplo, durante una semana a un sitio donde solía llevarla. O dejarla en uno de esos sitios hasta el día siguiente.
– ELOGIAR Y RECOMPENSAR sus esfuerzos, pequeños y grandes, mediante elogios y un programa de puntos
Es muy importante que el niño reciba más (elogios, recompensas, atención,…) por no llevarla que por llevarla 😉
Si piensas que un/a profesional puede ayudaros a establecer este aprendizaje puedo ayudaros a encontrar uno/a en vuestra ciudad. Quedo atenta a cualquier detalle, también por email (hazteconellos@gmail.com).
Un saludo,
Beatriz
Hola mí nene de 2 años, usa el chupete y un peluche de apego para calmarse y sobre todo para dormir.
A la madrugada se despierta 2 o 3 veces buscando el peluche y el chupete.
Necesito que empiece a dormir de corrido. Y supongo que sacándole el apego de ambas cosas, va a comenzar. Debo sacarle el chupete y peluche al mismo tiempo? O de apoco, primero uno y después otro. Llora mucho y no logro que duerma sin ambas cosas. No sé cómo hacer. Espero tu respuesta. Saludos cordiales
Hola Alejandrina,
muchas gracias por tu consulta.
Efectivamente retirar objetos de los que el niño/ dependa debe ser un aprendizaje progresivo, tal y como se plantea en este post. Por ello sería útil ir retirando en primer lugar el uso que hace de ellos durante el día.
Una vez que no los utilice durante el día, quizás encuentres que no los pide por la noche, o al menos será algo menos costoso retirarlos a la hora de ir a dormir.
Te recomiendo contar con un/a profesional para establecer este aprendizaje, el cual te ayude a persistir en las pautas propuestas.
Quedo atenta a cualquier duda, también por email (hazteconellos@gmail.com), incluida la búsqueda de un/a profesional en tu ciudad. Asimismo te animo a leer el resto de comentarios de este post donde podrás encontrar algunas recomendaciones al respecto.
Un saludo,
Beatriz
Hola. Tengo una niña de 5 que desea dormir o salir a la calle siempre con algo en la mano, si no se muestra ansiosa. Cómo puedo ayudarle. Gracias
Hola Laura,
muchas gracias por tu consulta.
El procedimiento recogido en este post puede ayudarte a ir reduciendo el uso de un objeto por parte de tu hija. Se trata de un procedimiento progresivo, de forma que pase cada vez menos tiempo con él.
Para ello es esencial también establecer objetivos progresivos: que duerma estando el objeto presente pero cada vez más lejos y sin contacto físico, que salga al menos una vez al día sin objeto, que lo entregue antes de volver a casa (reducir cada día 2 minutos de tiempo), pasar los primeros 10 minutos sin pedirlo para poder obtenerlo (aumentar cada día 2 minutos el tiempo), etc.
Estos objetivos se pueden ir planteando como pequeños retos que superar y elogiar/premiar, por ejemplo mediante un programa de puntos, aunque sin duda tú eres clave a la hora de establecer este aprendizaje no dejando que tenga ningún objeto en la mano durante el tiempo acordado.
Te recomiendo contar con un/a profesional que guíe y supervise el procedimiento. También debe ayudarte a persistir en las pautas propuestas y superar las dificultades, pues como es de esperar tu hija presentará malestar cuando deje de utilizar un objeto en las distintas rutinas donde lo viene utilizando.
Quedo atenta a cualquier duda al respecto, también por email (hazteconellos@gmail.com), incluida la búsqueda de un/a profesional en tu ciudad con experiencia en este aprendizaje.
Un saludo,
Beatriz
Hola, mi hijo tiene cuatro años y jamás ha tenido un objeto (manta, peluche, juguete, biberón, chupete, etc.) de apego. Esto estará mal??? Siempre esperé el momento en que ocurriera pero no. Gracias
Hola Claudia,
gracias por tu comentario. El uso de este objeto se trata de una costumbre que se da en algunas familias y en otras no, por cuestiones de experiencia, aprendizaje o preferencia de cada persona. En cualquier caso, no existe investigación a favor de su uso, mientras que la dependencia que crea en el niño o niña, que lo identifica con su habilidad o capacidad para llevar a cabo determinadas rutina, sí es observable.
Por este motivo desde Hazte con ellos se recomienda no utilizarlo, así como se facilita un procedimiento para independizar al niño/a de su uso, haciéndole ver que no necesita ningún objeto externo para sentirse seguro y llevar a cabo las rutinas propias de su edad y habilidades 🙂
Quedo atenta a cualquier duda al respecto.
Un saludo,
Beatriz
Mi niña de 5 años se ha vuelto muy apegada a un peluche, tanto que si no está no puede dormir. Un día lo puse a lavar y como estaba mojado no pudo dormir con él y esa noche tuvo fiebre, qué hago. Gracias
Hola Olivia,
gracias por tu comentario. Como has podido experimentar, estar tan apegados a un objeto nos lleva a situaciones poco deseables, como depender de él para realizar rutinas básicas de la vida diaria 🙁
Como adultas, en esta y otras situaciones, nos toca tomar decisiones. Tal y como planteo en el post, mi postura es contraria a establecer tal dependencia con objetos, y si me apuras, tampoco con personas 🙂 En vuestro caso, si decides independizar a tu hija de la presencia de ese peluche, te animo a contar con un profesional para llevarlo a cabo, si encuentras difícil llevar a cabo las pautas que propongo por ti sola.
Quedo atenta a cualquier duda al respecto. Un saludo,
Beatriz
Hola, yo quiero independizar a mi niña, creo que ya está en edad de ir dejando el apego a su peluche. Gracias
Hola Olivia,
gracias por tu comentario. Para independizar a tu hija de su peluche te recomiendo seguir el procedimiento recogido en el post, en concreto en el apartado B. Se trata de un procedimiento progresivo donde el objeto se va utilizando cada vez menos tiempo, en menos situaciones, y en menos cantidad.
Ten en cuenta que dependiendo de cuánto y cuánto tiempo haya utilizado el peluche, su resistencia a no llevarlo y sus peticiones serán mayores (llanto, malestar, rutinas afectadas, comportamientos inadecuados,…) por lo que te recomiendo contar con un profesional que te ayude a manejar las distintas situaciones.
Quedo atenta a cualquier duda.
Un saludo,
Beatriz
Mi niño de bebito se apegó a una manta la cual sustituyó por la manga de su camisa, o si trae manga corta el cuello de su camisa, lo pone cerca de su boca aunque no lo chupa, sólo aprieta los labios. Ya tiene 8 años, lo hace en ratitos a lo largo del día. ¿Debo preocuparme de que aún haga esto? Gracias
Gracias por tu consulta Janet.
Los distintos comportamientos que un niño/a puede presentar llegan a definirse como “problema” según varios índices, como son:
Frecuencia con la que se lleva algo a la boca
Duración o minutos en los que presenta este comportamiento
Actividades que practica mientras se lleva algo a la boca
Intensidad con la que se lleva algo a la boca
Contexto en el que se lleva algo a la boca (dentro/fuera de casa, en presencia de otras personas/en solitario, etc.)
Cuanto mayor sea la frecuencia, duración e intensidad, y mayor el número de contextos donde lo lleva a cabo, más probabilidades hay de que ese comportamiento interfiera en su vida diaria, otro de los índices que tenemos en cuenta para definir un comportamiento como problema y recomendar una intervención.
Para un análisis más detallado y la disminución/eliminación del mismo te animo a escribirnos a hazteconellos@gmail.com
Un saludo,
Beatriz
Hola, tengo un niño de 3 años, le gusta el juego de angry birds por lo que mi esposo le compró un saco con el muñequito, después de la 3 postura aprox. Se apegó al saco, no se lo quita ni para dormir, se angustia terriblemente a la hora del baño y todo el tiempo repite que quiere su angry birds, le intenté otros sacos de otro color, misma textura, no los aceptó, le intenté otro saco de angry birds, camisetas, pijamas, no las acepta igual, pide su saco. En el calor no se lo quita, y cuando se ensució le dije que lo laváramos y ha llorado todo el tiempo, pero un llanto muy profundo y con tristeza. No sé qué hacer, hasta que punto sea bueno dejárselo o quitárselo. Ayuda. Gracias
Hola Ginna Paola, gracias por consultar.
Lo primero y más importante es que establezcas tus objetivos en cuanto al uso del saco por parte de tu hijo. ¿Cuáles son tus prioridades al respecto? ¿Independencia y seguridad a largo plazo? ¿Bienestar y seguridad a corto plazo?
Las recomendaciones recogidas en el post están orientadas a conseguir independencia a largo plazo, de forma que el niño/a no necesite tener un objeto para llevar a cabo actividades diarias como dormir, salir de casa, comer o tomar el baño.
Si decides que este es tu objetivo, que debes enseñar a tu hijo a no depender de un objeto para desenvolverse en su día a día, te reomendamos seguir los pasos indicados, teniendo en cuenta las dificultades del proceso. Así, a partir del día “D”, si estableces un límite como puede ser “el saco se queda en la cama, puedes jugar con él allí”, el niño puede presentar mal comportamiento en forma de llanto, peticiones, rabietas,… además de estar triste o más cansado. Otra dificultad sería que las rutinas diarias se vean afectadas: puede comer y dormir menos durante las primeras semanas, negarse a seguir órdenes,…
Si necesitas asesoramiento para el proceso, puedes escribirme a hazteconellos@gmail.com ¡Un saludo! Beatriz