En muchas ocasiones, cuando mantenemos una conversación por teléfono, o incluso cuando éste no ha hecho más que sonar, muchos niños y niñas empiezan a llamar nuestra atención de la forma más variada: hablando sin parar, tirando de nosotros, haciendo peticiones de todo tipo… Si esto ocurre, es probable que también nos cueste mantener una conversación con la pareja, una amiga o el vecino que pasa a saludar ¿Por qué quieren que les atendamos en ese preciso momento?
Para reducir esas molestas interrupciones vamos a utilizar el elogio: antes de iniciar una conversación, en persona o por teléfono, empieza pidiendo a tu hija que se dedique a una tarea que le resulte divertida y que requiera toda su atención. A continuación empieza a hablar pero pasados 10 segundos ve donde se encuentra y agradécele que no te moleste. Reanuda la conversación y pasados otros 20 segundos acércate de nuevo para elogiarla por su paciencia. Continúa aumentando los intervalos entre elogios hasta que termines la conversación.
Se recomienda planificar las situaciones para practicar esta técnica, y contar las primeras veces con alguien de confianza que pueda esperar durante los intervalos. Como ya habrás imaginado, la idea es proporcionar la atención en momentos en los que no interrumpen, reconociendo y fomentando de esta forma su habilidad para esperar a que estemos disponibles 🙂
Deja una respuesta