
Como ya sabéis, los macarrones son nuestros aliados a la hora de establecer comportamientos adecuados en los más pequeños 🙂
Si un programa de puntos no funciona puede deberse a alguno de estos motivos (aquí el artículo original Vía @Psyciencia):
- Los padres se enfocan en eliminar las conductas negativas en vez de enfocarse en incrementar las conductas positivas
- El objetivo inicial es demasiado amplio
- Mantener el cuadro es una tarea demasiado complicada para padres y madres
- Los premios son muy difíciles o muy fáciles de obtener
- Al niño no se le dan oportunidades de ser recompensado por practicar
Otros detalles que deben tenerse en cuenta para que un programa de puntos funcione son:
- Gestionar el posible desinterés inicial por parte de los niños/as
- Evitar que ahorren la mayor parte de las fichas
- Ajustar bien el coste de los privilegios con respecto a las ganancias que obtienen por llevar a cabo los comportamientos
- Utilizar de forma sistemática el elogio cuando se entregan los puntos
- Detallar el tiempo por el que se premia “no hacer” un comportamiento (Ej., 40 minutos sin insultar al hermano)
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