Esperando en el paso de cebra, a tres metros del parque de una escuela infantil oímos la siguiente escena: “¡Adrián!¡Adrián! ¡Adrián! ¡Te he dicho que eso no se toca! ¡Ves! ¡Ahora tienes las manos sucias!” Y me pregunto ¿qué aprenderán los niños que no han tocado “eso” y a los que no se nombra?
¿Crees que a Adrián le gusta ser nombrado en medio de una situación donde hay más niños/as? Por tanto, ¿”ser nombrado” podría reforzar* el comportamiento que la maestra intenta castigar?
¿Crees que la próxima vez el niño intentará pasar desapercibido, o ser nombrado aunque sea por su mal comportamiento?
Ser nombrados nos hace el centro de atención allí donde estamos, y puede ser una consecuencia que guste a tus alumnos/as, quienes repetirán lo que estaban haciendo para seguir obteniendo atención 🙁
Por ello, te recomendamos que utilices su nombre cuando elogies su buen comportamiento (sigue una orden a la primera, colabora en tareas de casa, hace algo que consideras adecuado,…), no cuando le des una orden o le riñas por algo que ha hecho 😉
Nota: Lo más común es que escuchar tu nombre resulte agradable (sobretodo de una persona con la que estás en contacto a diario y que te proporciona otro tipo de recompensas) pues se asocia a recibir atención y protagonismo. Esto es así salvo en los casos en que el nombre se haya escuchado de forma repetida en situaciones desagradables, donde no sería reforzante.
*Se dice que una consecuencia es reforzante cuando incrementa la probabilidad de que un comportamiento se repita en el futuro.
Muy cierto, repetimos el nombre insaciablemente, y además subiendo el tono como si con eso nos fuese a escuchar mejor… Pero reconozco que no se consigue nada más que un enfado por parte del adulto. Además que comprobado que repite el.comportamiento seguro!!!! Gracias Beatriz aunque lo intuimos viene muy bien la explicación por parte de una profesional!!!
Gracias a ti por compartir tu experiencia. La Psicología, como ciencia, nos muestra detalles como este, que pasan desapercibidos en el día a día. El nombre de la persona es tan reforzador que, en métodos de aprendizaje de alto nivel para niños y niñas con autismo, se reserva su uso para reforzar respuestas correctas/ adecuadas cuando enseñamos lenguaje o habilidades sociales 😉