Algunos niños y niñas ven la lectura como una actividad poco atractiva, la mayoría de las veces asociada a otras obligaciones como son hacer deberes. Os proponemos 2 formas de dar la vuelta a esta percepción y conseguir que la lectura se convierta en un premio para ellos 😉
- “Por lo bien que…” La primera táctica consiste en ofrecer la lectura como un premio o privilegio después de cumplir una tarea, por ejemplo: “Por terminar los deberes en tiempo/hacer la ficha tú solita/recoger tus juguetes, te dejo elegir un libro/puedes llevarte un libro a casa/vamos a la biblioteca a por un par de libros”
- “Vamos a leer para los demás” Hoy día la lectura también puede beneficiarse de la tecnología. Os proponemos iniciativas como la de Tigriteando, donde los más pequeños leen acompañados por un adulto, lo graban, y lo comparten en redes o bien con la familia o amigos 🙂
¿Qué otros “trucos” utilizáis para que elijan leer como premio? ¡Nos encantará conocerlos!
Deja una respuesta